Al llegar al departamento Paso de los Libres bajaban algunos de los pasajeros, también encomiendas y correspondencias, este lugar pertenecía a Don Andrés Martinetti, en el mismo lugar existía un almacén de ramos generales y su gerente contador era Don José Jaime dueño de la estafeta San Roquito. Luego continuaba su marcha hacia la próxima posta Santa Isabel estanzuela de Don Juan Hilario Vallejos, los dueños de casa atendían a los pasajeros, se ofrecía la cena y un lugar para el descansó ya que la parada era más larga, todo este servicio no se cobraba, tampoco el pastaje de los animales en la posta. Al día siguiente muy temprano después de realizar una inspección a la Galera, se continuaba el viaje hasta el bañado Aguará Cuá, un peligroso estero del Río Miriñay limite con el departamento San Martín (La Cruz) antes de cruzarlo se detenía la Galera, para reforzar sus tiros con cuartas y cuarteadores que ayudaban para esta travesía, por momentos la Galera desparecía en el pajonal del bañado, algunas veces parecía volcarse; cruzado el bañado se hacia posta en Alen Cué, siguiendo hasta estancia Mercedita de Amarillas y Cadenas donde generalmente quedaban el resto del pasaje. Al otro día bien temprano se distribuía a caballo el servicio de mensajeria y encomiendas y trasladar algún pasajero hasta el Establecimiento San Gabriel. Luego se regresaba a Mercedita y se organizaba el regreso recorriendo las mismas postas hasta Mercedes, en que llegaba el día sábado. Esta mensajería funcionó desde 1912 a 1920, el precio del pasaje desde Santa Isabel a Mercedes costaba $12, y desde San Roquito a Mercedes $ 10. Recatando lo Nuestro trae a la memoria este emprendimiento que prestó servicio en el pasado, que mantuvo comunicación con otros departamentos, con mucho sacrificio y esfuerzos de hombres visionarios de nuestra ciudad. |