2013-03-28 Jaureguiberry Se Recupera Favorablemente. Habló Del Robo Ocurrido En Su Casa
El 17 de marzo en un horario que no se ha podido especificar, en su vivienda situada junto al Palacio municipal, el señor Osvaldo Jaureguiberry de 84 años, fue encontrado desmayado sobre su cama, aparentemente dormido a la fuerza con algún opiáceo o barbitúrico. Al revisar la casa encontraron una caja fuerte con signos de violencia, y otros objetos que le faltaban. Luego de varios días en estado de salud delicado, esta semana habló con los periodistas, contando lo que se acuerda de los hechos acaecidos aquel extraño fin de semana.
“Gracias a Dios estoy bien, según lo que dijeron los médicos, yo podía estar muerto, estuve 24 horas inconsciente tirado en la cama, el análisis que hacen es que me pusieron algo en la bebida que tome para dormirme o matarme”. Jaureguiberry indicó que se trataría de una persona que no conoce (de nombre Zulli o Nelli), quien paro en la calle y le preguntó si él era de Mercedes “si, nacido y malcriado” le aseguró. Y siguió el relato “Entonces usted me podría informar porque yo ando buscando una casa para alquilar” -me preguntó la mujer. Le conté que yo tenía el diario Paiubre donde ofrecen propiedades en alquiler y en venta. Me pidió para mirar, le hice pasar, se sentó, le mostré el periódico, pero no le dio mucha importancia, mas miraba la casa” (…) “No me acuerdo cómo empezó la conversación pero le dije que vivía solo, me pidió para conocer la casa, la llevé, al entrar a mi escritorio vio en una repisa una botella un licor de dulce de leche, y me dijo “ah, le gustan las cosas dulces”, le contesté que soy más afecto al vino, y en invierno al whisky o la ginebra, pero para cuando vienen a visitarme siempre tengo licor, sidra o champagne para convidarles. –“Entonces puedo venir a visitarlo a probar el licor” – me dijo. –“yo no tengo problema”- le contesté. Eso fue el miércoles o jueves, recordó.
Antes irse la mujer desconocida le pidió el teléfono, lo llamó después y le aviso que iba a venir a verlo el sábado al mediodía, después de comer. “Ese día yo ya había terminado de almorzar… ella me llama, me pregunta si había terminado de comer, le dije que estaba tomando un vinito, y me contesta que en un rato iba a venir… Dejé abierta la hoja de este lado del zaguán, yo estaba en la cocina comedor, ella entra, le invito a un tomar un poquito de vino y me dice que quería el licor que había visto en mi escritorio”
El desenlace estaba cerca. Fueron hasta el escritorio donde se encontraba el licor. “-ahí tiene unas copas, sírvase- le dije, entonces ella viene con las dos copas, me hace “chin chin”, tomamos y no me acuerdo más nada…”.
“Se llevaron dólares, mi revolver y un celular, yo digo que fue más de una persona, forzaron con la palanca la cerradura de un armario que tiene una cajita metálica con el dinero, nadie sabía que estaba ahí, lo guardaba en ese lugar porque creí que era más segura que la caja fuerte que todos conocen donde está. Pero parece que alguien estaba enterado.” “Le dije a las autoridades que no soy fisonomista, pero si me muestran una foto le voy a decir si era o no la persona”. Terminó de explicar Jaureguiberry.