2012-11-28 Rescatando Lo Nuestro: "28 De Noviembre, Aniversario De La Batalla De Caá Guazú". Por Horacio Antúnez
Monolito a Caá Guazú
"Hacia el anochecer del día 26 de noviembre 1841 las distintas divisiones del ejercito correntino al mando del general José María Paz, se aproximaron sigilosamente al río Corrientes para no ser observados, y hacia la media noche transpusieron el rio por los pasos de Caá Guazú, Hinojo y la Joyita y otros adyacentes, en un operativo destinado a engañar al enemigo sobre el real potencial que contaba. El cruce lo hicieron los soldados que no sabían nadar en bote el resto a nado, los armamentos que no podían mojarse los envolvieron en cueros formando una pelota, que eran tirados por caballos, acompañados por soldados que guiaban el crese, y la totalidad de la caballada.
En la mañana del día 27 las fuerzas del general Paz estaban listas para entrar en combate, habiendo adelantado una agrupación de 500 jinetes para explorar.
El ejército entrerriano, comandado por el general Pascual Echague, acampaba en esos momentos en el Paso Capitaminí, situado a diez kilómetros aguas arriba. Al día siguiente, tomaron conocimiento de la presencia del ejército correntino en las proximidades, pero no intentaron realizar ningún movimiento, limitándose a extremar la vigilancia. Durante la noche grupos de soldados correntinos realizaron algunas escaramuzas, tiroteándose con los soldados de Echague, toda esta acción fue una estrategia del general Paz, para no dejar descansar al adversario, ya que el plan para la batalla final era el día siguiente.
El 28 de noviembre a las 7 de la mañana, ya resuelto a entablar batalla, los dos ejércitos se ubicaron en posición de combate, pero al no aparecer las avanzadas correntinas, los entrerrianos ordenaron a su vanguardia avanzar hacia el paso de Caá guazú. Allí lo esperaba el general Paz, cuya táctica le daría buenos resultados.
El general Paz que contaba con 3.200 hombres ubicó a la derecha a la caballería, a cargo del general Vicente Ramírez; en el centro, la artillería al mando del teniente coronel Felipe López y a la izquierda, la infantería y caballería, confiada al general Ángel María Núñez. La reserva quedó al mando del coronel Faustino Velazco. El enemigo, con 5.000 hombres, ubicó a la derecha la división de vanguardia, integrada por el escuadrón de orientales al mando del general Uruguayo Servando Gómez; en el centro, la infantería y nueve piezas de artillería y a la izquierda, la fuerte caballería entrerriana, directamente comandada por el general Pascual Echague, esta vez no contaba con la participación de su mejor general Justo José De Urquiza. Una vez que la avanzada entrerriana se hizo ver, la división del general Núñez apareció detrás de una abarranca y se encaminó por una franja de tierra ubicada entre el rio Corrientes y un estero próximo. El resto del ejército permaneció oculto detrás de las barrancas. El general Núñez siguiendo las instrucciones del plan, hizo amagos de pelea, por lo que la división entrerriana al mando del general Gómez se dispuso a enfrentarlo. Fue entonces cuando los correntinos simularon una retirada, atrayendo al enemigo hacia esa franja de terreno que se estrechaba en la medida que avanzaba el enemigo, dejando cada vez más oprimida a su caballería por los dos obstáculos laterales (el rio y el estero) haciéndole perder su formación. Una vez que el invasor estaba bien adentrado en la franja, comenzó a funcionar la artillería que se hallaba oculto, tomando al enemigo entre dos fuegos, provocando una retirada en total desorden de la caballería entrerriana. Mientras se desarrollaba esta acción, el ala derecha del ejército correntino atacó rápidamente la izquierda enemiga. Por su parte, ambos centros cruzaban sus artillerías. La de Echague, muy superior en armas, sin embargo, había creído que el enemigo no contaba con cañones, y avanzó imprudentemente, cuando, de pronto, comenzaron a disparar los cuatros cañones, haciendo estragos en las filas entrerrianas.
Y cuando llegó la oportunidad, los batallones del general Paz hicieron un movimiento de frente, que no esperó Echague, poniéndose en retirada y dejando en el campo de batalla casi toda su artillería, el parque de municiones y hasta gran parte de su caballada. Solo 15 minutos basto para que el plan del general José María Paz coronara una brillante victoria. Entre los jefes correntinos qué tuvieron una destacada labor en el campo de batalla; más adelante gobernadores de la provincia de Corrientes, tenientes coroneles Joaquín Madariaga y Benjamín Virasoro.
Los federales tuvieron 1.350 bajas entre muertos y heridos; 800 prisioneros, 9 cañones, el parque y los bagajes quedaron en poder del enemigo. Con respecto a las bajas correntinas, no superaron las 100 entre muertos y heridos. La persecución de los grupos dispersos de la infantería federal al emprender la retirada, varias leguas más adelante agotados por la sed, se rindieron, siendo capturados, luego enviados prisioneros a la ciudad de Corrientes.
Batalla de Caá Guazú, una de las más brillantes que se ha visto en el suelo argentino- aún hoy materia militar de estudio, aquí y en otros países del mundo, en donde la inteligencia beligerante del general José María Paz quedó en evidencia.