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Isabel Mambrin De Cardozo (Mabel)

Nacida en la Cruz Corrientes el 2 de julio de 1941. Docente jubilada como profesora de Inglés. Casada con Hugo A. Cardozo, madre de Marcelo, Viviana y Horacio.
Integrante del Grupo Letras de Mercedes.

Distinciones Obtenidas

1994 - Abril - Antología de Poemas "Lazos De Amistad" en homenaje a Sara Velar De Gauna, realizado en el teatro Juan De Vera, de la cuidad de Corrientes.
2000 - Integra la antología del Grupo Letras De Mercedes I.
2002 - Se desempeña como prosecretaria en la comisión Centro de Jubilados Nacionales.
2002 - Noviembre - Nominada para integrar la Antología "Evocando Tradiciones" con la poesía "La Primavera en Mí" Organizado por publicaciones Altaír - Bs. As
2002 - Diciembre - Segundo premio - Categoría "A" Concurso Carlos Alberto Castellán poesía "Nadie.... Jamás"
2003 - Diciembre - Tercer premio categoría "A" VII concurso Carlos Alberto Castellán poesía "Tu Eres Yo Roca".
2003 - Diciembre - Segundo premio poesía "Naufragio I" "Naufragio II" XVI° concurso literario Fm Delta. Embalse (Córdoba.)
2003 - Integra la Antología Grupo Letras de Mercedes II
2004 - Seleccionada a formar parte de la Antología "Terreno Literario" en el XI Certamen nacional de poesía y normativa "De Los Cuatro Vientos" con las poesías "Volar" "El Amor Que Yo Conozco"
2004 - Febrero - seleccionada para participar en la Antología "Poetas y Narradores" en el VII certamen literario Internacional de poesía, con las obras "Mi Ángel" "Deseo"
2004 - Diciembre - IV concurso Literario "Atahualpa Yupanqui" Primer premio en poesía "Quietud" - Bs. As
2004 - Incluida entre las Mujeres Destacadas por su trayectoria en el acto realizado en el Teatro Cervantes, organizado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Mercedes.
2004 – Marzo – Seleccionada para participar en la Antología en homenaje al notable escritor argentino, Julio Cortazar con las poesías “Las voces del silencio” y “Palabras”
2004 - Diciembre - tercer premio categoría "A" con la poesía "Las Manos" VIII° concurso Carlos Alberto Castellán.
2005 - Diciembre - IX° concurso de poesías Carlos Alberto Castellán Segundo premio Categoría "A" con la poesía "Pájaros Al Viento"


Quietud

En la sonora vibración
de mi alma
como un cofre
que al abrir derrama
tus palabras palpitan
cual diáfanas vertientes
o crean melodías
que en su lento viaje
mueren a mi lado.
Tus versos y los míos
tejen con piadoso ensueño
entrelazadas
en la quietud de la tarde
como zozobrantes olas
que llevan a la quieta playa
el ideal más puro
que acaricia tu mirada.
Vuelo hacia la orilla de tus ojos
y allí vierto
mi canto silencioso
en un lenguaje
mudo y frágil
habitando sin respuesta
el perdido edén
de mí alegría…


1º Premio “Atahualpa Yupanqui” con la Poesía “Quietud” en Longchamps Buenos Aires


Cada vez

Cada ves que evoco tu rostro
tu mirada me dice: “Mama”.
Cada vez que veo tu cama,
la misma en que tu soñabas
dulces sueños de adolescencia,
tu alma saturada de ángeles
vuela y se adueña de mi propio sueño.
Cada vez que la puerta se entreabre,
presiento que eres tú.
Y corro buscando abrazarte
y decirte “Te quiero”...
Cada ves que escucho tu canción preferida
una lagrima se desliza
sin que pueda evitarlo.
Cada vez que te nombro
te imagino en mis brazos acunándote,
besando tu rostro suave...
Cada vez que recuerdo tu infancia
la ausencia golpea a mi puerta.
Cada vez que vez que leo tus cartas
recreo en secreto mi tesoro de amor.
Una oración profunda sube a mis labios
y agradezco todos los fragmentos de un tiempo feliz.


Soledad

Eres parte de mi vida
y me duele esta tarde
que llora llamaradas húmedas
desgranando sueños color eternidad

En el fondo de mi alma
un puñado de besos
luchan apasionados
y estallan dentro del pecho
Soledad
No apagarás mi esplendor
aunque con tu opacidad
como un enjambre de ausencia
me volveré silencio... silencio.
Soledad
Ya eres recuerdo,
grabaré las melodías,
las poesías, las risas y el aroma
de las flores que alegremente plantara
Un día...




Nostalgias

Allí, desde las entrañas mismas de mis huesos
brota el tremendo espejo de mi nacimiento
y se hace verso en mi corazón florido.

Verso que se hace luna
y sacia mi corazón sediento
de pura esperanza amanecida.

Dentro d e mi, hay cenizas de sueños
que vencen el abismo
en un susurro de hojas
y mis manos aprietan caminos y distancias.

Recogido en el imperio de mis sueños
como Estrella del Oriente,
hinchada de soledades
anudo mi otoño y tu verano
con pequeñas gotas de cielo...


¡Son tan pobres las palabras!

Son como burbujas
que escapan cual gaviotas.
En mi pecho aprisionado
es como un río que corre.
Es una rosa encendida.
es pureza y alegría
Y la mejor de las plegarias.
allí se prendieron mis ojos
como en sueño volando
en busca de un horizonte.
Es agonía en ausencia,
un suspiro, una caricia...
y es renuncia cuando daña.
Hoy repliego mis alas
por que el dolor me lastima,
sangra el corazón en agonía.
Pero si, te digo
que llenaste de amor
y de dulzura nuestras vidas...


Cautiva

En tu paisaje pierdo la paz
porque al tocar tus manos
se derrama mi alma en soledad.
Mis alas rozan el horizonte
confundiendo amanecer con crepúsculo
para que caigan violentos sobre
mi plumaje de acero.
Salgo del tiempo para desaparecer
y descubrir lo oculto de nuestro misterio.
¡Estoy aturdida de silencio!
Quiero hacer una primavera
de caricias deshojadas
y encerrar este desborde
dentro del posible aún.
Quiero cubrir tu otoño
con mil hojas amarillas
y anudarme a tu leño
hasta sentir la cercanía de tu eco.
Una gota de cristal se detiene
en mi desnudo firmamento.
Es tan bella como un himno de alegría
y se eterniza en un manantial de cielo lunar.


Colibrí

El Adiós

Un mundo sin regreso.
Campanadas que estallan
impías… en el alma.
Restos de tiempo inundados de dicha
con fragilidad de paloma
y sinceridad de niño
vestido de azules
buscando la savia de antaño
sin jamás encontrarla.
Susurro, lento susurro de hojas.
El no vendrá hoy
Te veo en cada cosa que soñamos.
El río, crece, se ensancha, florece
y entonces pareces que eres tú mismo
quien se aleja, mientras mis ojos
heridos aumentan su llanto
y me entrego al abrazo de ondas de espuma.
Una mariposa sutil hizo nido
en mi soledad…
Sobrevoló mi esencia y permaneció a mi lado
Ausencia y silencio
¡Esencia y milagro!

Suirirí

La melodía de tu eco

Te adueñaste de mi voz?
¿Por qué te escondes amado mío?
Aquí donde te encontré te espero.
¡No tardes en llegar!

Los duendes revolotean a mi alrededor,
me rozan como gotas de lluvia
y yo desespero aguardándote.
Evoco horas felices, guardo tu temblor.

Perdida en la melodía de tu eco
retornaré a los momentos inolvidables
en recuento de sueños infinitos
hechos sobre la sombra de tus ojos.

¡Oh, dulce melodía!
Soy tu vigilia,
soy tu sombra y la mía
volando como suave manantial.

La lluvia empapa la melodía de tu voz
¿Eres la lluvia en esa pequeña danza?
O... eres agua y mar en mis entrañas?
Me ahogo en tus besos con nostalgia.

Sobrevuelo tu silencio
lleno mi corazón de luces
y tu como el sol tras las nubes
sin haber libado siquiera el sabor de mis besos.

Es invierno en mi geografía
estoy en ti, mi dulce sueño.
La melodía de tu eco, no morirá jamás
y nuestros pasos pasarán a ser eternidad.

Con la musicalidad
que tiene cada hoja al caer
tus palabras me traen felicidad
y atravieso con fascinación el viento...

Sofisticada, excéntrica, gira la tierra
y me imagino una luna
la que inspira a los poetas
en la oscuridad de la noche.

La melodía de tu eco
es un puñal de sueños de luz.
Tus manos amadas ya no me tocan
¿Por qué te me ausentas?

Crepúsculo y amanecer se confunden
y mis deseos rozan el horizonte.
Desde el aire un vuelo de pájaros
me trae el aroma delicado de nuestra canción.

Quiero sentir la cercanía de tu eco
y descubrir lo oculto de nuestro misterio
para vagar encadenada hacia tu alma
desabrochando flores con el espacio infinito.

Tiempo suave por el deseo vehemente
tocando agazapados hilos de encuentro
bordados con las notas del recuerdo
para beber la soledad de este momento.

Escucho las notas melodiosas de un violín
¿Estarás en el llano de la ausencia?
Me pregunto donde quedo aquel abrazo?
Mientras dejo la mente detenida
En la niebla dorada de mi ocaso.


Luz